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¿Por qué todos están jugando pádel? Descubre el deporte que está rompiéndola


Si últimamente has escuchado que tus amigos, tus primos o hasta tus compañeros de oficina están jugando pádel… no es pura moda. Este deporte viene creciendo con fuerza en toda Latinoamérica, y México ya es parte del boom.
Y no es casualidad: el pádel combina lo mejor del ejercicio físico con lo social. Es fácil de aprender, dinámico, divertido y súper adictivo.
Ya sea que quieras ponerte en forma, salir de la rutina o simplemente probar algo nuevo, el pádel es una opción ideal para cualquier edad y condición física.

¿Qué tiene el pádel que está conquistando a todos?
No necesitas ser experto para empezar
Una de las grandes ventajas del pádel es que es muy accesible desde el día uno. A diferencia de otros deportes de raqueta como el tenis, aquí puedes jugar desde tu primera clase sin sentirte perdido. La cancha es más chica, las reglas son sencillas, y el ritmo se adapta a tu nivel.
Ejercicio completo sin darte cuenta
Aunque parece ligero, una hora de pádel es un entrenamiento súper completo. Corres, reaccionas, giras, saltas, te agachas… y todo mientras tratas de devolver la pelota y mantener el punto.
Mejoras tu resistencia, trabajas piernas, brazos y core, activas tu coordinación y quemas muchas calorías. Todo esto en un ambiente que se siente más como juego que como rutina de gimnasio.
Social, divertido y para todas las edades
El pádel se juega en parejas, lo que lo convierte en un deporte súper social y amigable.
Puedes venir con amigos, pareja, familia o incluso jugar con personas que recién conoces.
● Ideal para crear hábitos saludables
Si te cuesta mantener una rutina de ejercicio porque te aburre o no encuentras motivación, el pádel puede ser tu puerta de entrada a un estilo de vida más activo.
No se siente como ejercicio tradicional, pero sí te da todos sus beneficios.

¿Te animas a probarlo?
No necesitas experiencia. Solo ropa cómoda, ganas de moverte y buena actitud.
Agenda tu clase de prueba o renta tu cancha con tus amigos.
Una vez que entres a la cancha… vas a querer regresar.